Al igual que otras disciplinas, el Pole Dance puede ser un deporte como cualquier otro. Del mismo modo que una persona va al gimnasio, a correr o a una clase de boxeo, se trata de una actividad que fomenta el ejercicio tanto muscular como cardiovascular, y además tiene un componente creativo muy apreciado en función de los movimientos que seamos capaces de hacer sobre la barra.
Una sesión de Pole Dance puede quemar entre 400 y 800 calorías, según la intensidad con que se lleve a cabo, y al tratarse de un ejercicio físico, ayuda al bienestar general, elimina toxinas y favorece la circulación sanguínea.
Fuente: https://as.com/deporteyvida/2017/05/08/portada/1494254664_276999.html